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Nuestra Historia

Objetivo

La Unión Argentina de Proveedores del Estado, UAPE, es una cámara empresarial que agrupa la industria, el comercio y los servicios de la República Argentina que provee bienes y presta o concesiona servicios al Estado Nacional, provincial o municipal, así como a empresas públicas.

Creada para canalizar las inquietudes y el estudio de las diversas situaciones de contratación ante el principal comprador de bienes, locador de obras y servicios que hay en el país, el Estado, esta cámara mantiene a sus socios debidamente informados, protegidos y capacitados en los rubros que son de interés para los oferentes de licitaciones.

Se define como una cámara técnica con más de 50 años en la actividad, aspirando a que el Estado compre bien, publicite sus licitaciones, registre sus oferentes, y que sus compras y servicios se contraten en forma transparente en la búsqueda de una ética relación entre el Estado y sus proveedores.

Historia

Más de medio siglo desde la realización de la primera Asamblea General en la cual se dispuso la fundación de la Unión Argentina de Proveedores del Estado (determinó su nombre, su primera Comisión Directiva, sus principios)...

...Era el 07 de Mayo de 1957

Nuestro país era gobernado por uno de los tantos gobiernos de facto que afectaron nuestra Constitución. La voluntad histórica de esa primera Comisión Directiva, allí surgida, fue mantenerse sin personería jurídica, hasta tanto la República Argentina recuperara su legalidad y existiese un Gobierno Constitucional, preservando de esa manera a la nueva institución de las intervenciones, tan proclives en esa época. Esta personería, finalmente fue otorgada mediante el Decreto 14440/60 que suscribiera el 18 de Noviembre de 1960, el entonces presidente constitucional Dr. Arturo Frondizi.

Las motivaciones e inquietudes que llevaron a este grupo de pioneros a tomar la decisión de luchar por la unidad empresaria de los proveedores del Estado, tuvo su origen en el golpe de Estado del 16 de Septiembre de 1955, cuando las autoridades militares surgidas del mismo, dispusieron desconocer los contratos que involucraran “Ayuda Social” realizados por el Estado argentino con anterioridad a dicha fecha. Se trataba no solamente del desconocimiento de las licitaciones ya adjudicadas, sino también de no recibir mercaderías ya elaboradas, con órdenes de compra con vencimiento preciso, ni efectuar los pagos correspondientes a suministros realizados. Luego de numerosas tramitaciones individuales, sin éxito de ninguna naturaleza, un grupo de proveedores dispuso incursionar a través de un nucleamiento de unidad empresaria para aumentar así la presión sobre las autoridades de turno.

Esto dio origen a que el 19 de Abril de 1956 se constituyera en una asamblea numerosa la "Comisión del Instituto de Acción Social”, a la cual le correspondió la exitosa gestión de doblegar la resistencia oficial a reconocer los derechos de los proveedores, que no era otra cosa, que el cumplimiento de la ley y regularizar en su totalidad la situación de los contratos pendientes.

La valiosa experiencia que significó este éxito, hizo comprender a los proveedores del Estado la importancia que tuvo para una solución satisfactoria, que actuaran unidos por una entidad que los supiera defender y ejerciera como portavoz para ser escuchados por las autoridades competentes. Nació así la Unión Argentina de Proveedores del Estado, incorporando al sector una serie de conceptos que medio siglo más tarde están arraigados en las definiciones tanto institucionales, oficiales y profesionales, a saber: “Colaboración en la relación Proveedor-Estado”; “Unidad empresaria”; “Publicidad como síntoma de transparencia”; “Interés público”; “Principios Generales del Derecho Administrativo”; etc.

Sería muy largo enumerar la vasta actividad desarrollada por la UAPE, con logros muy destacados por un lado y por otro con postergaciones de lúcidas y eficientes propuestas que situaciones políticas o simplemente burocráticas impidieron concretar. Los objetivos históricos de nuestros fundadores y los lineamientos del Estatuto, mancomunados firmemente, se mantienen vivos en nuestra institución. Nuestro creciente y moderno equipamiento, nuestra activa participación en el resguardo legal de los intereses del sector y la defensa a ultranza de nuestra máxima institucional: “La transparencia de los actos licitatorios devienen de su publicidad, la conducta inclaudicable frente a innumerables conflictos, la vocación y apego a la ley, etc. nos permite afirmar que “contamos con la satisfacción del deber cumplido” siempre fieles a aquellas ideas fundacionales que nos dieron origen.